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¿Cuántos superricos tiene cada país del mundo? Este mapa lo ilustra

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¿Cuántos superricos tiene cada país del mundo? Este mapa lo ilustra

En ningún otro momento de su historia la humanidad ha sido capaz de generar tanta riqueza como en los últimos doscientos años. El capitalismo es un sistema, en ese sentido, insuperable. Ahora bien, por todas sus virtudes se pueden enumerar otros tantos defectos. El principal: no es efectivo distribuyendo la riqueza que genera. Unos, muy pocos, tienen enormes cantidades de dinero. Otros, muchos, apenas llegan a fin de mes.

Así, mientras el 0,002% de la población mundial (aquellos con fortunas superiores a los $30 millones) acapara el 7% de la riqueza, el 50% más pobre apenas es dueña del 9%. Un contraste aún más acentuado cuando nos fijamos en la minoría absoluta de la economía universal: los superricos. Las apenas 2.095 personas cuya fortuna en 2020 supera los $1.000 millones. La cima de la pirámide capitalista.

¿Pero cómo se reparten? La desigualdad no es sólo económica, sino también geográfica. Este mapa de HowMuch ilustra hasta qué punto: 614 (el 29% de ellos) es de origen estadounidense. En ningún otro país conviven tantos milmillonarios. Le sigue de lejos China (388), y a una mayor distancia Alemania (107), la India (102), Rusia (99), Hong Kong (67), Brasil (45), Reino Unido (45), Canadá (44) y Francia (39). En España apenas hay 24.

Como es evidente, no existe una correlación directa entre el volumen de superricos y la riqueza por habitante de cada país. La India es un ejemplo muy significativo: sus 73 millones de personas por debajo del umbral de la pobreza (el 5% de su población) conviven con un centenar de milmillonarios. En menor medida, un fenómeno similar se da en Rusia, México o Brasil. Países con enormes desigualdades. Sí existe sin embargo cierta relación. Continentes más pobres, como África o América Latina, tienen un menor número de superricos.

Tan selecto club de acaudalados ha perdido algo de dinero durante los últimos tiempos. Forbes estima que su riqueza total supera los $8 billones, unos $700.000 millones menos que el año pasado a estas alturas. La lista también es más corta. Hay 58 milmillonarios menos que en 2019, y 226 menos que a principios de el pasado mes de marzo. Y en total, el 51% de los 2.000 privilegiados es menos rico hoy que hace tres meses.

millonarios (HowMuch)

Así serían las fronteras de Europa si las hubiera dibujado un colonizador europeo

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Así serían las fronteras de Europa si las hubiera dibujado un colonizador europeo

Los países del mundo se dividen en dos clases: los que tienen fronteras irregulares y los que parecen limitar su espacio geográfico con escuadra y cartabón. O dicho de otro modo, los que fueron colonizadores y los que fueron colonizados, resultado estos últimos de infinitas decisiones arbitrarias por parte de los primeros que depararon en sus peculiares fronteras.

La responsabilidad de las potencias colonizadoras en el actual mapamundi es grande. Cuando Francia, Reino Unido o Portugal debieron abandonar los puntos del mundo que habían ocupado durante largos siglos lo hicieron, a menudo, sin tener en cuenta fronteras naturales o socioeconómicas claras. En su lugar, legaron provincias coloniales diseñadas en relación a sus propios intereses, a menudo artificiosas.

Aunque se ha exagerado el grado de arbitrariedad de las actuales fronteras de África o Asia (la de Sykes-Picot, por ejemplo, que divide Irak y Siria sólo es una línea recta allí donde el desierto se alarga hasta el infinito, pero la división de ambos estados tiene bastante más sentido histórico del que pueda parecer), Europa ha causado estragos cartográficos allí donde ha pisado. Pensemos en Namibia, en Gambia o en Mali: son antinaturales.

De modo que, ¿qué sucedería si los mismos colonizadores europeos que decidieron dibujar el mundo a su antojo hicieran lo propio con el continente europeo, de tan nobles y naturales divisiones? Karl Sharro, periodista, arquitecto y dibujante de origen árabe residente en Londres, se propuso responderse a la pregunta, y el resultado fue el de más arriba.

El tuit, obviamente en clave satírica ("Nuestra propuesta para rehacer Europa Occidental por un futuro más estable y pacífico. (Inspirado en lo que Europa hizo en el resto del mundo)"), ha recibido más de 9.000 retuits y se ha convertido en un pequeño chiste interno de la red. No es difícil entender por qué: Sharro ha cogido el mapa político de Europa y lo ha deconstruido basándose en los mismos valores ("paz, estabilidad") de Europa para el resto del mundo.

Grande En grande.

Por un lado, todas o casi todas las líneas son rectas: los colonizadores europeos dividieron sus provincias en torno a paralelos, meridianos y, cuando no había demasiados accidentes geográficos que sirvieran de limes, tiraron de reglas y matemáticas (la frontera dura tanto y llega hasta aquí, independientemente de lo que nos encontramos en medio). Por otro, se basa en laxos lazos culturales (la Cataluña que absorbe hasta Navarra, la Prusia que se come Dinamarca, la Italia que es sólo el sur) para los nuevos estados.

El resultado es algo parecido a lo que debería ser un mapa histórico lógico de Europa pero diseñado por un adolescente borracho, algo bastante fidedigno como sátira a lo que Inglaterra, Francia o España hicieron en África, sin ir más lejos.

El detalle de Líbano Occidental para Sicilia (un chiste recurrente como los múltiples "Congo" o el "Sáhara Occidental" de África) es la guinda del pastel, a falta de esperpentos fronterizos como la franja de Caprivi o Suazilandia. En esencia, el mapa es una forma gráfica y muy rápida de explicar por qué diseñar fronteras útiles para las personas que viven dentro de ellas es relevante, y por qué Europa lo hizo tan mal y provocando tantos conflictos. ¿O qué otra cosa sino guerra y conflicto podría surgir del nuevo mapa de Europa?

Quién fabrica el mundo: los países con mayor producción industrial, en un mapa

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Quién fabrica el mundo: los países con mayor producción industrial, en un mapa

Mucho se ha hablado y mucho se seguirá hablando durante los próximos meses sobre la "reindustrialización" de los países occidentales. Tras un cuarto de siglo externalizando sus principales centros productivos, Europa y Estados Unidos habrían descubierto durante los últimos meses lo conveniente de contar con una industria nacional fuerte, de proximidad y estratégica. Es un debate candente que cuestiona un proceso económico, el de la globalización, labrado a lo largo de lustros.

Pero para entender por qué hay voces que reclaman "reindustrializar" España hay que comprender primero el estado actual de la industria mundial. ¿Quién produce qué en el mundo? ¿Qué países son los más adelantados en materia manufacturera? Este estupendo mapa de HowMuch ofrece una respuesta a ambas preguntas. Y como casi siempre que hablamos de grandes escalas económicas, China aparece a la cabeza.

Desde su entrada en la Organización Mundial del Comercio a principios del siglo XXI, China se convirtió en la gran fábrica del mundo. Su gigantesca mano de obra, mucho más barata que la occidental, y la maquinaria de un estado fuerte con un plan económico rígido y estable provocó que miles de empresas encontraran en sus centros industriales los incentivos adecuados para trasladarse. Desde entonces y hasta hoy, China produce anualmente unos $4 billones de bienes. El 28,47% del total global.

Le siguen (de lejos) los dos grandes poderes económicos de la recta final del siglo XX: Estados Unidos y Japón. El primero sigue produciendo en torno al 16% de las manufacturas mundiales, por encima de los $2,3 billones. Japón supera el billón a duras penas, aglutinando el 7,23% de la producción industrial global. El top cinco lo completan Alemania (5,78%, más de $800.000 millones anuales) y la impresionante Corea del Sur (3,29%, unos $460.000 millones anuales).

Entre los cinco acaparan el 60% de la industria manufacturera mundial. El salto respecto al resto de naciones es grande. Entre los países en desarrollo destacan la India ($421.00 millones), México ($210.000 millones), Indonesia ($207.000 millones) y Brasil ($181 millones). En Europa, los sospechosos habituales: Italia ($341.000 millones), Francia ($270.000 millones), Reino Unido ($253.000 millones) y, más abajo, España (unos $160.000 millones, aun con todo en el top veinte mundial).

Es una cuestión candente, más allá del coronavirus. La guerra comercial iniciada hace dos años por Estados Unidos surgía en gran medida de un descontento latente por las políticas comerciales e industriales de China, gran beneficiada de la globalización. Durante los últimos años las voces políticas (liberales, socialistas o conservadoras) dirigidas a proteger o preservar mejor las industrias nacionales han crecido. El ejemplo más evidente de todo ello es Alemania.

La epidemia tan sólo ha acelerado procesos gestados de forma lenta y paulatina, como la concentración de la industria automovilística francesa... En Francia. Lo que ha provocado parcialmente el cierre de Nissan en Barcelona. Pese a la progresiva terciarización de la economía, la industria sigue teniendo un rol vital en las relaciones políticas y económicas de los países. Y comprender su correlación de fuerzas es crítica para entender sus distintas estrategias geopolíticas.

Este mapa ofrece un vistazo rápido.

World Map Manufacturing Output 6a01 (How Much)

El misterioso mapa de Vinland, la primera cartografía de América hecha por los vikingos

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El misterioso mapa de Vinland, la primera cartografía de América hecha por los vikingos

Es ampliamente conocido que Cristóbal Colón no fue el primer hombre occidental en pisar territorio americano. Quinientos años antes de que su expedición hollara con éxito La Española, un grupo de exploradores nórdicos, impulsados por sus triunfos en Islandia y Groenlandia, alcanzaría las costas orientales de lo que hoy es Canadá y parte de Estados Unidos. Allí, en las islas de Labrador y Terranova, fundarían la primera colonia de un territorio al que juzgaban inédito.

Vinland.

O la tierra de vino, bautizada así por lo frondoso de sus viñedos en contraposición al yermo territorio escandinavo. Durante un breve periodo de tiempo, aquellos vikingos colonizarían y habitarían un minúsculo rincón del Nuevo Mundo, antes de que las calamidades climáticas y el aislamiento provocaran su defunción. Durante décadas, la comunidad científica teorizaría sobre los viajes nórdicos hacia América del Norte, sin encontrar jamás pruebas concluyentes.

No sería hasta 1960 cuando un grupo de arqueólogos descubriría los restos de la, hasta la fecha, única colonia vikinga hallada en territorio americano: L'Anse aux Meadows. Aquel conjunto de hogares, escamoteados frente a la virulenta costa atlántica, serviría de prueba definitiva para las teorías largamente asentadas dentro de los círculos académicos, y despojaría a Colón, una figura en disputa entre la sociedad americana, de su pionero título. Los vikingos ya lo habían hecho antes.

Ahora bien, antes de L'Anse aux Meadows tan sólo se trataba de una hipótesis, acaso más robusta que el sinfín de mitos y leyendas que pueblan la historia de las exploraciones pre-colombinas, pero de una idea al fin y al cabo. De ahí que a finales de los años cincuenta un misterioso mapa cautivara a un reducido grupo de arqueólogos, coleccionistas e investigadores, hasta el punto de convertirse en un documento histórico de primera magnitud.

El mapa de Vinland.

Unos orígenes inquietantes

Pocas cartografías en la historia de la humanidad ha tenido un carácter tan controvertido como la de Vinland. La comunidad académica ha dedicado infinitos debates, libros, investigaciones, simposios, charlas y experimentos científicos al pergamino, en aras de identificar cualquier pista que permita dirimir su autenticidad. Aún hoy, siete décadas después de su descubrimiento público, el mapa de Vinland está acompañado de una virulenta controversia.

¿Por qué? En gran medida por sus inciertos orígenes. Los primeros registros del mapa datan de finales de la década de los cincuenta, cuando un coleccionista y marchante británico, Iriving Davis, se lo ofrece al departamento de arqueología del Museo Británico. Davis había accedido al documento a través de un misterioso comerciante de antigüedades italiano, Enzo Ferrajoli de Ry, quien protegería con celo los orígenes de su adquisición. En 1957, George Painter y Raleigh Ashlin Skelton, dos eminencias, analizan el mapa con celo.

Vinland Map

Años después, tanto Skelton como Painter confesarían su admiración por el documento, y un profundo convencimiento por su autenticidad. Sin embargo, optaron por no adquirirlo. Skelton era consciente de las consecuencias incendiarias que semejante revelación tendría entre la comunidad científica. ¿Un mapa del siglo XV, previo a Colón, que describe con alta precisión la isla de Groenlandia y los territorios de Terranova y Labrador? Se trataba, en 1957, antes de L'Anse aux Meadows, de un mapa revolucionario. Pero arriesgado.

Motivos para la sospecha no faltaban. Por un lado, era incierto hasta qué punto Ferrajoli había accedido al documento de forma legal. Por otro, ¿cómo podía semejante revelación haber pasado desapercibida durante más de quinientos años? El mapa parecía haber surgido de la nada. No existían referencias académicas, no aparecía mencionado por ninguno de los cartógrafos de la época, no era trazable a ningún otro documento histórico. ¿Podía el Museo Británico arriesgar su reputación a un pergamino tan explosivo? No, se respondieron ambos.

El mapa regresó a las manos de Davis, quien a su vez lo entregó de vuelta a Ferrajoli. El italiano sólo tardaría unos pocos meses en venderlo, como explica Simon Garfield en On the Map. Sería Laurence C. Witten II, un experimentado coleccionista estadounidense, su adquisidor. Witten llegaría a él tras hallarlo en la tienda de un marchante suizo, Nicholas Rauch, al que Ferrajoli ofrecería el mapa. Desde un primer momento, el coleccionista americano quedaría fascinado, y decidió adquirirlo por $3.500, una suma considerable.

¿Qué impulsó su compra? Witten presumía de instinto, y no consideraba que el documento fuera una falsificación. Había demasiados elementos genuinos en él como para que alguien los hubiera clavado a la perfección. Se requería de un tipo de pergamino muy especial, de una clase de tinta manufacturada con materiales medievales, y de un conocimiento muy preciso de las cartografías del siglo XV y de las caligrafías de la época. Pocas personas podían atesorar tantos conocimientos al mismo tiempo.

Además, ¿por qué nadie se molestaría en hacerlo? El dinero no era una respuesta, dado que nadie en el negociado conocía de su existencia. El mapa debía ser auténtico. Con todo lo que ello implicaba. Pese a todo, Witten no era un experto, y un elemento por encima de todos despertaba sus sospechas: pequeños agujeros de gusano en el lateral del documento, no coincidentes, además, con el volumen medieval del que venía acompañado, La Relación Tartar.

Se trataba de una réplica manuscrita de Ystoria Mongolarum, una serie de crónicas recopiladas por Giovanni da Pian del Carpine durante sus viajes al Imperio Mongol, durante el siglo XIII. La Relación Tartar, elaborada dos siglos después, también contaba con agujeros de gusano en sus márgenes, pero no coincidían con los del mapa de Vinland. Era algo extraño. Si ambos documentos se habían fabricado en un solo tomo, los agujeros debían coincidir.

Witten encontraría la pieza que completaba el puzzle en una anotación al margen incluida en el dorso de la cartografía: "Delineación de la primera, la segunda y la tercera parte del Speculum". ¿Qué significaba aquello? Lo descubriría a finales de 1958, cuando Tom Marston, buen amigo suyo y experto en documentos medievales en la Universidad de Yale, le llamó contándole el descubrimiento de un manuscrito inédito: dos copias de los tomos 21-24 del Speculum Historiae, una historia global elaborada por Vincent de Beuvais.

Cabe imaginar la excitación que tal noticia generó en Witten. Marston le cedería el Speculum Historiae para su análisis, y el coleccionista comenzaría a atar cabos: todas las réplicas habían sido elaboradas en el siglo XV; el tamaño de los pergaminos era idéntico; y todos contaban con la misma marca de agua. Witten descubrió, además, que los agujeros del Speculum coincidían en sus primeras páginas con los del mapa; y en sus últimas con los de La Relación Tartar.

Japon La silueta de Japón, muy discutida.

Sus reflexiones era inequívocas. La cartografía, el Speculum y la Relación formaban parte de un mismo tomo, y dadas las coincidencias y la certera autenticidad del Speculum, jamás en duda, sólo cabía una conclusión: el mapa de Vinland era un artefacto original.

Marston compartía su opinión, y convencería a la Universidad de Yale para que adquiriera la cartografía por $300.000 (a través de un alumnus de la institución, Paul Mellon). Durante el siguiente lustro, un grupo de académicos, especialistas e investigadores de la institución analizarían todos los recovecos del mapa. Tanto Painter como Skelton dedicarían incontables horas a su estudio. Marston y otros miembros de Yale harían lo propio. El proceso fue lento y minucioso, pero también extremadamente secreto, lo que limitaría las aportaciones de expertos externos.

Y así, tras un larguísimo y revirado camino, el mapa de Vinland se daría a conocer a la opinión pública en octubre de 1965 (un día antes del Día de Cristóbal Colón, para mayor escarnio de la comunidad italo-americana), junto a un exhaustivo análisis de 300 páginas.

Una controversia infinita

La reacción de la comunidad científica internacional fue inmediata. En los meses posteriores a la publicación de los hallazgos se sucedieron las opiniones, unas favorables, otras, muchísimas de ellas, radicalmente opuestas. La conversación derivó rápidamente en un simposio organizado por la Institución Smithsonian para aclarar los aspectos más espectrales y disputados del mapa. La polémica fue tan ardua que sus resultados sólo se publicarían otros cinco años después.

¿Qué problemas tenía el mapa? Por un lado, su descripción del mundo conocido. Witten siempre defendió que la proyección se basaba en la elaborada por el cartógrafo italiano Andrea Bianco durante la década de los años treinta del siglo XV. Sin embargo, el mapa de Vinland difiere en algunos aspectos sustanciales: por un lado, África aparece esbozada a la mitad, cosa que no sucede en el mapa de Bianco; por otro, Japón se muestra con muchísimo más detalle que en otras cartografías contemporáneas; y por último, Groenlandia.

Groenlandia Gronelandia, la cuestión más controvertida del dibujo del mapa.

La cuestión de Groenlandia fue uno de los principales argumentos en contra de su autenticidad. Su dibujo coincide casi a la perfección con la forma de la isla, pese a las aún precarias expediciones elaboradas por los navegantes europeos. Los cartógrafos de la época resolvían lo ignoto de su costa norte adheriéndola a la península escandinava, de la que, de forma habitual, se desgajaba en forma de protuberancia hacia el Atlántico.

En el mapa de Vinland, en contraste, Groenlandia es una isla, claramente separada de cualquier conexión continental con Europa y en similar posición a la que podríamos encontrar en cualquier mapa moderno. Era un hallazgo sospechoso, disonante con los trabajos de Claudius Clavus o de Cantino, más aún cuando la propia Escandinava se mostraba deforme, muy inexacta, plegada en horizontal sobre Europa.

Había más motivos de sospecha. Las inscripciones jugaron un rol fundamental en el argumentario de los escépticos. Por ejemplo, el nombre de Leif Ericson, el legendario navegante nórdico responsable de gran parte de los hallazgos vikingos en el Nuevo Mundo, se citaba en su forma latina ("Erissonius"), práctica poco habitual entre los escribas escandinavos (y más afín a los cartógrafos de tradición latina). El empleo de la ligatura æ, adscrita a una rara y minoritaria corriente de escritura humanística italiana, también elevó dudas.

Witten y el resto de expertos favorables a la veracidad del documento tuvieron problemas convenciendo a los más críticos. ¿Cómo era posible que hubieran pasado por alto cuestiones tan cruciales como las disonancias geográficas o las excepcionales inscripciones? Gran parte de la culpa la tenía el secretismo con el que Yale envolvió el análisis y la posterior publicación del mapa. Muy pocos especialistas fueron consultados durante el proceso, limitando el estudio del manuscrito (y por ende sus resultados).

Africa Sur África y el Sur de Europa.

Sin ir más lejos: diversos expertos en escritura medieval explicaron durante el simposio de 1966 que la caligrafía del mapa no coincidía con la del Speculum o la de la Relación Tartar. Esta anomalía ya había provocado el desinterés del Museo Británico cuando accedió al mapa por primera vez en 1957, según relataría más tarde Kirsten Seaver en el, hasta la fecha, documento que con más ahínco ha desmontado su supuesta trascendencia: Maps, Myths and Men.

Pero, en fin, todas estas discutibles cuestiones palidecerían frente a la madre de todas las controversias: los análisis de la tinta.

Ya tras su publicación, los autores tuvieron que hacer frente a un sinfín de preguntas sobre la composición química de la tinta empelada en la elaboración del mapa. Un análisis preliminar del Museo Británico descubrió de que difería bastante de la tradicional tinta ferrogálica (elaborada a partir de sales de hierro y ácidos vegetales, estándar en el continente durante todo el medievo), y que el dibujo se componía de dos líneas distintas, una negra, muy difuminada, y otra amarillesca.

La polvareda levantada por el mapa de Vinland se prolongó durante años. En 1972 Walter McCrone, una de las primeras eminencias en el estudio de la investigación microscópica, se prestó a un análisis exhaustivo del manuscrito. Lo que descubrió parecía una estocada mortal a la supuesta veracidad del mapa: la tinta contenía significantes porciones de anatasa, una variante del titanio sólo comercializada a partir de 1920. Era imposible que un monje del XV hubiera elaborado su mapa con ella.

La tecnología empleada por McCrone era aún precaria, y la existencia de otras trazas muy comunes a las tintas empleadas por los escribas medievales, como el níquel y el cobre, mantuvo abierta la disputa. Durante la década de los ochenta, Thomas Cahill, otro experto químico de la Universidad de California, utilizó una novedodísima tecnología de Rayo X para descubrir las verdades ocultas bajo la tinta del mapa de Vinland. Y de nuevo, cambio de tercio.

Escandiavnai Los países escandinavos aparecen retratados de forma muy imprecisa.

Según Cahill, McCrone había cometido errores cruciales en el análisis del pergamino, escogiendo pequeñas porciones del mismo donde la abundancia de anatasa tan sólo era superficial. Su trabajo reveló que el dichoso titanio tenía un carácter meramente residual en el conjunto del mapa (el 0,0062% de su peso, para ser más exactos), y que su presencia podía explicarse por contaminaciones ambientales durante su conservación. Es más, al tiempo se descubriría que algunas réplicas medievales de la Biblia de Gutenberg también contenían anastasa.

¿Quién estaba en lo cierto? Es una pregunta aún hoy irresuelta. Los hallazgos de Cahill fueron igualmente desmontados por científicos críticos con el mapa de Vinland, y desde entonces se han publicado no menos de seis análisis químicos sobre la composición de la tinta (cada uno vertiendo sus propias teorías sobre el pergamino y adscribiéndose a una de las dos corrientes). La cartografía queda muy lejos de generar consenso entre la comunidad científica.

Quizá por su polémica naturaleza, la Universidad de Yale ha rehusado emitir una opinión oficial sobre el pergamino, y ha continuado encargando estudios para resolver la cuestión de forma definitiva. Quienes se muestran convencidos de su falsedad han apuntado a una oscura figura de principios del siglo XX, Josef Fischer, cartógrafo austriaco, como el autor del fraude. Sin embargo, expertos en caligrafía como Robert Baier han descartado por completo, tras analizar su correspondencia personal y los textos del mapa, que las inscripciones surgieran de su puño y letra.

Sesenta y dos años después de su primer descubrimiento por el Museo Británico, el mapa de Vinland sigue siendo uno de los misterios más fascinantes y disputados de la historia de la cartografía. Dado el fallecimiento de Enzo Ferrajoli de Ry y de Laurence C. Witten II, las dos personas que podrían haber arrojado luz sobre sus oscuros orígenes, es improbable que alguna vez sepamos de dónde proviene. Y por tanto, si es una falsificación o un mapa auténtico.

En A Sorry Saga: Theft, Forgery, Scholarship... and the Vinland Map, el libro más reciente que aborda la cuestión, John Paul Floyd descarta por completo que Vinland tenga valor histórico alguno. Según el autor, son excesivos los indicios que apuntan hacia el fraude. Uno de los principales apunta a un mapa elaborado por Vincenzio Formaleoni en el siglo XVIII que reproduciría la proyección imaginada por Andrea Bianco con notables errores. El mapa de Vinland incluiría aquellos errores, revelando así su engaño.

¿Es así? Puede que sí. O puede que no. Más allá de su interés histórico, el mapa de Vinland es un testimonio andante de la capacidad para fascinarnos que tienen las cartografías, y de su gigantesco valor narrativo. Probablemente en el misterio resida su auténtico valor.

Peak Map: la aplicación que convierte en arte el relieve de cualquier punto del planeta

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Peak Map: la aplicación que convierte en arte el relieve de cualquier punto del planeta

En 1979, Peter Saville recibió un encargo que cambiaría para siempre su proyección como artista gráfico. Factory Records, la discográfica mancuniana para la que trabajaba regularmente desde hacía unos años, necesitaba una portada para el esperado disco debut de Joy Division. Saville, quizá inspirado por los recovecos tétricos y lóbregos del disco, titulado Unknown Pleasures, utilizó las señales liberadas por el primer pulsar jamás registrado por el ser humano y lo plasmó sobre un fondo negro.

Se trataba de una obra enigmática y misteriosa, acorde al anguloso sonido que Joy Division desplegaban en su interior. Se convirtió e un clásico instantáneo. El suicidio de Ian Curtis un año después, la publicación póstuma de Closer, posiblemente uno de los discos más fascinantes de todos los tiempos, y el culto construido en torno a Joy Division durante las décadas subsiguientes transformaron su portada. No era un mero adorno estético. Era arte. Era un icono para millones de personas.

Desde entonces es posible encontrar centenares, miles de versiones y parodias inspiradas en la obra de Saville. La mayor parte de ellas ya agotadas, herencia de una generación envejecida. 

¿Estaba pensando Andrei Kashcha (@anvaka), diseñador, en la portada de Saville cuando decidió crear Peak Map, una aplicación que permite transformar cualquier punto del planeta en una fascinante maraña de líneas que se amoldan al relieve? Puede que sí, puede que no. Pero se hace imposible observar su obra y no rememorar la de Saville. En esencia, su herramienta permite transformar en aquella portada de Joy Division todos los lugares de la Tierra que deseemos.

Su funcionamiento es muy sencillo. Tan sólo tenemos que hacer zoom en un punto del mundo y "dibujar" un mapa topográfico despojado de cualquier otra referencia. Donde antes había fronteras, ciudades, ríos y carreteras tan sólo hay relieve, un retrato desnudo y descarnado de la geología terrestre. Observando sus resultados es fácil imaginar planetas extraños y lejanos donde lo único que observamos, sin mayor aderezo, son rocas y formaciones geológicas dispares.

Podemos ajustar el mapa a diferentes tamaños (líneas más o menos agresivas) y colores. Es posible descargar la imagen e incluso volcarla en una taza. Y además, es una estupenda forma de descubrir el relieve sobre el que habitamos, las líneas y los desniveles que definen nuestra relación con el hábitat. Aquí van algunos ejemplos.

Madrid Meseta Madrid, Sistema Central y Meseta.
Colombia El área de Bogotá.
Tierra De Fuego Tierra de Fuego.
Seattle El área de Seattle.
Tokio Japón.
Himalaya
Sur De Grecia
Noruega Fiordos noruegos.
Finlandia Los mil lagos de Finlandia.
Etiopia Etiopía y Kenia.
Peninsula La península ibérica.
Alpes Y Mediterraneo Alpes y parte de Italia.
Siberia Artico Siberia y el Ártico.
Colorado

La discreta belleza de los mapas topológicos, cuando los países quedan reducidos a un diagrama

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La discreta belleza de los mapas topológicos, cuando los países quedan reducidos a un diagrama

¿Cuáles son las cualidades de un buen mapa?

La pregunta ha obsesionado a miles y miles de geógrafos durante siglos. La cartografía no es una ciencia exacta. Todo mapa es un ejercicio de selección y descarte. Lo que queremos contar, lo que no, las herramientas visuales y narrativas que vamos a utilizar, la forma que finalmente adopte sobre el papel. No hay un mapa definitivo de ninguna parte del mundo, tan sólo informaciones más o menos bellas, legibles o precisas.

Reducido a su mínima expresión, un mapa es una relación de lugares. Portugal está aquí, España está allá. El recorrido exacto de la frontera no importa. Tampoco su prolongación, sus atributos físicos (ríos, montañas, valles, etcétera) o políticos. Ni siquiera la forma de ambos países. Por contraintuitivo que parezca, es posible explicar el mundo mediante la mera composición espacial de las partes que lo componen.

En gran medida, a ello se dedican los muy simples y al mismo tiempo fascinante mapas topológicos (no confundir con topográficos). La topología es una (joven) rama de las matemáticas dedicada al estudio de la continuidad de los elementos, de las propiedades básicas de los objetos al margen de su forma o de su tamaño. Qué se mantiene inalterado cuando todo lo demás cambia. En muchos sentidos, se trata de un estudio sobre el espacio que ocupan las cosas.

Aplicada a la cartografía, la topología sólo tiene un interés: describir de forma simple y precisa la posición que ocupan el objeto de nuestro estudio. Es decir, los países, sus vecinos y sus regiones. Durante los últimos días la vivaz comunidad de cartógrafos y geógrafos adicionados de r/MapPorn ha estado compartiendo sus particulares versiones topológicas de numerosos países. El resultado son diagramas más próximos a los mapas funcionales de metro, inspirados originalmente en la audaz invención de Harry Beck, que a las cartografías más habituales que solemos observar.

Al igual que los trabajos dedicados a la movilidad, los mapas topológicos están preocupados por explicar la relación espacial de las regiones y los países. ¿Dónde queda el país X, qué tiene debajo, qué otros elementos geográficos le rodean? Cuando observamos un mapa del metro sólo recibimos una información: la siguiente parada y su posición respecto a la red general. No sabemos nada del recorrido, de la geografía que atraviesa o de la distancia que tardaremos en trasladarnos.

Nada más importa. Todos los otros criterios para elaborar un mapa se subordinan a el objetivo principal del diagrama, aunque en el camino los sacrifiquemos o ultrajemos. Idéntica lógica podemos aplicar a la hora de leer estos extraños y sencillos mapas topológicos.

Portugal Portugal. (u/matias90)

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Italia Italia. (u/stefstop)

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India India. (@india.in.pixels)

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Alemania Alemania. (u/60614)

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Corea Corea del Norte y Corea del Sur. (u/leemanjoo)

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Francia Francia. (u/nepcow)

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Holanda Países Bajos. (u/fransvan)

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Belgica Bélgica a nivel lingüístico. (u/fransvan)

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El Mundo Y el mundo. (u/gjvnq1)

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La red de carreteras del Imperio Romano, ilustradas al modo de un mapa de metro moderno

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La red de carreteras del Imperio Romano, ilustradas al modo de un mapa de metro moderno

Hay pocos elementos en la historia de Europa como el levantamiento del Imperio Romano, una vastísima red burocrática, política y militar que se extendió desde Lisboa hasta las costas del Mar Negro. Aquella vasta infraestructura surgió en una Europa aún en un estadio tecnológico primitivo y se mantuvo durante varios siglos pese a las amenazas externas. Fue un culmen tecnológico, filosófico y administrativo que Europa no repetiría en otros tantos siglos.

De ahí que nuestro imaginario popular se haya quedado embelesado con la vieja idea del Imperio Romano, un ideal de unificación europea que se perdió para siempre tras las invasiones bárbaras. Sobrevivieron sus lenguas y sus modos y costumbres, además de su legado legal, y también sobrevivieron sus vías. El Imperio Romano fue ante todo un paraíso de la infraestructura, y sus funcionarios y trabajadores contruyeron una red de carreteras bastante alucinante.

En su momento hablamos del Proyecto Pelagios, un mapa virtual a través del cual podemos recorrer todas y cada una de las vías levantadas en plenitud por el Imperio Romano a mediados del segundo siglo de nuestra era, quizá su punto culminante. Y ahora hablamos de Roman Roads, un proyecto realizado por Sasha Trubetskoy y publicado el pasado 3 de junio en el que se representan las carreteras romanas al modo de un mapa moderno de metro. Una gozada visual.

Por diversos motivos: el primero, por su capacidad de síntesis. En su momento de máxima plenitud, el Imperio Romano conectaba más de 113 provincias a través de 370 carreteras que se extendían a lo largo de 400.00 kilómetros. Y dado que la magnitud es difícil de comprender, lo mejor es realizar el mismo proceso que realizan los mapas modernos del mundo: deformar la geografía y adaptarla a las necesidades del diseño, y no al revés. El resultado es esta preciosidad.

Roma1200

Algunos apuntes (que el propio Trubetskoy comenta en su publicación al respecto): no todas las vías son perfectas. La idea del mapa es pensar en el Imperio Romano como una ciudad, y en sus vías como en líneas de metro (trenes), que no siempre toman el camino más corto o recto para llegar de un lugar a otro. Así ningún romano pasaría por Damasco para viajar de Petra a Gaza, pero los requerimientos del mapa y su activo visual, su finalidad, así lo requieren.

Por otro, la geografía está evidentemente deformada y el peso visual de cada región no corresponde al del continente real. Esto se debe en gran media a que no todas las regiones del Imperio Romano estaban igual de desarrolladas. La península itálica contaba con muchas más rutas al haber dado a luz a la civilización romana, y la península ibérica, la joya de las provincias del imperio, estaba tan desarrollada que su número de carreteras y ciudades era por aquel entonces muy alto.

Por lo demás, es interesante observar cómo se articulaban las vías (las líneas se reparten sobre ellas, inspiradas pero fieles a sus recorridos) en un imperio tan vasto y complejo como aquel. Huelga decir que la variedad de rutas, obstáculos geográficos y métodos de transporte hacía que la exactitud del viaje no se asemejara a la de las líneas de metro modernas. Cruzar de cabo a rabo los confines del imperio podía costar hasta dos meses. Si estás muy interesado en ello, puedes probar con este simulador a modo Google Maps del Imperio Romano.

Hispania
Italica
Turquia
Norte

La Europa de las mil y una banderas: el continente si todos los independentismos triunfaran

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La Europa de las mil y una banderas: el continente si todos los independentismos triunfaran

La historia de Europa es en muchos sentidos una historia no contada, casi olvidada. Son centenares las naciones y los estados que un día poblaron y controlaron y más tarde perecieron, relegando su importancia histórica a un mero ejercicio memorístico. Hoy Europa son cuarenta y muchos estados cuyo poder e influencia percibimos, en mayor o menor grado, a diario. ¿Pero qué hay de aquellas que no fueron, de aquellas que no son ni serán?

De ello se ocupa un maravilloso libro escrito por Norman Davies y dedicado a los estados extintos de la vieja Europa, Vanished Kingdoms: The History of Half-Forgotten Europe, y de ello trata este singular mapa que ha circulado por las redes sociales durante las últimas semanas. Si el primero versa sobre lo acontecido en el ayer, el segundo trata sobre un hipotético futuro en el que todos los movimientos nacionalistas o independentistas de Europa triunfan sobre los estados hoy constituidos. El primero es historia, el segundo es ficción. Un ejercicio imaginativo apasionante.

Y en muchos sentidos exagerados. El mapa, elaborado por el usuario de Reddit u/stanthefax, proyecta las ambiciones y el calado de numerosos "movimientos" regionalistas. España, por ejemplo, quedaría resumida a un sinfín de distintas naciones, entre ellas la aragonesa, la leonesa, la asturiana o la andaluza. Comunidades donde, ciertamente, es posible encontrar o bien a partidos nacionalistas o bien a partidos regionalistas (como la Unión del Pueblo Leonés) pero cuya penetración electoral es nula. Cualquier asunción de independencia siempre caerá en la ficción.

Sucede lo mismo en Italia (Padania), Alemania (Suabia) o Francia (Normandía). La mayor parte de referencias surgen de esta apasionante página de la Wikipedia, donde se aglutinan a un tiempo movimientos separatistas, partidos nacionalistas y organizaciones autonomistas. Una panoplia de exigencias y reivindicaciones regionales e históricas tan dispares como llamativas. Más un ejercicio de exploración geográfica y regional que un verdadero compendio de independentistas.

A partir de ahí, transforma Europa en una infinita colección de banderas. Podemos toparnos con Frisia, Saboya, Aosta, Sicilia, Alta Silesia, Bohemia, Moravia, Transnistria, Crimea o Scania, por no mencionar el sinfín de boyantes naciones del Cáucaso y los Balcanes. Para los apasionados de la historia ficción, de las banderas y de los particularismos geográficos y políticos, se trata de un auténtico parque de atracciones.

A diferencia de otro mapa muy similar que ya comentamos en su día, en este el atractivo principal reside en las banderas. Por momentos, al contemplarlo uno puede imaginar cómo hubiera sido una Europa anclada en los tiempos del Crusaders Kings, con soberanías fragmentadas y compartimentalizadas hasta el extremo. Una Europa aún más diversa y fraccionada. Una Europa que sólo existe en este mapa y en nuestra imaginación. A disfrutar.

Banderas Buena

El verdadero tamaño de todos los países del mundo, comparado en este estupendo gráfico

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El verdadero tamaño de todos los países del mundo, comparado en este estupendo gráfico

¿Cómo de grandes son realmente los grandes países del mundo? Hacerse a la idea de las verdaderas proporciones del planeta es en ocasiones una tarea compleja. No se trata únicamente de nuestro limitado periplo vital, de lo reducido de nuestros movimientos diarios, constreñidos habitualmente a un puñado de kilómetros. También de lo complejo de representar sobre un papel la superficie esférica de la Tierra. Siempre habrá distorsiones, como la proyección más popular de siempre, Mercator, demuestra.

Hemos hablado muy a menudo de la compleja tarea que los cartógrafos han afrontado desde el inicio de su profesión, y de cómo hay una enorme distancia entre lo que observamos en un mapa dado y lo que realmente sucede a pie de tierra. África, un continente empequeñecido durante siglos en casi todas las representaciones visuales, es el mejor ejemplo. En su interior caben todos los grandes países del globo y alguno más. En nuestra imaginación tales dimensiones son más escuetas.

Hay formas de arreglarlo. Esta estupenda visualización de Art.Lebedev es el mejor ejemplo. Un gigantesco gráfico que compara el tamaño real de todos los países del mundo, ordenados de mayor a menor. Desde la inmensidad de Rusia, sólo comparable en dimensiones por la totalidad de la Antártida, hasta la pequeñez de Ciudad del Vaticano, literalmente un punto imperceptible sobre la vasta geografía mundial. Fila a fila es más sencillo entender hasta qué punto son grandes los países grandes... Y pequeños los más pequeños (micronaciones incluidas).

En su web, por cierto, disponen de una herramienta que permite comparar cualquier país con otro, algo bastante útil si se busca relativizar el tamaño de países sólo grandes dentro de su contexto, como es el caso de España, Francia o Ucrania, los más amplios de Europa. El mapa a máxima resolución se puede disfrutar aquí. El grado de detalle es bastante admirable, y ayuda a comprender mucho mejor el mundo físico y político en el que vivimos.

Mapa Grande Mundo

Este mapa interactivo te permite viajar por el Imperio Romano simulando las condiciones del siglo III

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Este mapa interactivo te permite viajar por el Imperio Romano simulando las condiciones del siglo III

Durante un puñado de siglos, Roma se convirtió en el centro del universo conocido. No había ciudad más magnífica y grandilocuente, fruto de las inmensas riquezas acumuladas durante años de expansión imperial. A la altura del siglo III después de Cristo, los dominios romanos se extendían a lo largo de tres continentes, ocupando ambas orillas del Mediterráneo y llegando hasta puntos por aquel entonces remotos, como las islas británicas. Millones de personas lo habitaban.

¿Cómo controlar tan vasto territorio durante un periodo en el que la tecnología moderna tan siquiera se imaginaba? Hemos visto en más de una ocasión la riqueza logística desplegada por el Imperio Romano, una red de infraestructuras cuyas huellas perviven aún hoy en nuestras autovías y líneas de ferrocarril. Roma comprendió que necesitaba moverse rápido, o al menos lo más rápido posible, para ejercer su poder. Y desplegó una sofisticada infraestructura en consecuencia.

La red de carreteras y rutas marítimas del imperio se ha convertido en objeto de leyenda y de fetichización pop. Lo vimos en su día a cuenta de este estupendo mapa que visualizaba sus principales líneas y paradas al modo de una red de metro contemporánea. Pero ningún proyecto cartográfico contribuye a entender tan bien lo que significó la infraestructura romana como Orbis, un mapa interactivo que imita las funcionalidades de Google Maps y permite viajar tal y como lo hacía los romanos del año 200.

Para lograrlo fue necesario sumar talentos interdiscinplinares. La maravilla la firman Walter Scheidel, historiador romano en la Universidad de Stanford; Elijah Meeks, responsable tecnológico; Karl Grossner, geógrafo y desarrollador web; y Noemí Álvarez. Juntos acudieron a las fuentes documentales de la época y recopilaron tanta información como les fue posible sobre las ciudades, las rutas de paso y los puertos, marítimos o fluviales, empleados por la civilización romana.

El resultado es abrumador. El mapa condensa 632 puntos, urbanos o rurales (puertos de montaña o postas de vigilancia, entre estos últimos) a lo largo y ancho de diez millones de kilómetros cuadrados. La herramienta nos permite recorrer más de 84.000 kilómetros de vías terrestres, más de 28.000 kilómetros de rutas fluviales, y más de 192.000 autovías marítimas (capaces de conectar unos 300 puertos en Europa, Asia y África). 

Mapa A Lo Grande

Los autores han puesto el acento en las condiciones físicas y meteorológicas variables de tan impresionante, si bien arcaica, red de infraestructuras. Viajar por los confines del imperio requería de tiempo, pero ante todo requería de dinero. Todas las rutas (que pueden ser diseñadas por nosotros mismo) incluyen información sobre sus costes asociados. El dinero era uno de los principales obstáculos, y contribuía decisivamente a un trayecto más breve, más cómodo y más seguro.

De ahí que el modelo de navegabilidad siempre incluya dos velocidades marítimas en función de la época del año y del clima. Factores como el frío, los vientos y las tormentas obligaban a los navegantes a tomar una ruta y otra, cuando no a optar por el cabotaje (una navegación de puerto a puerto, siempre bordeando la costa para evitar adentrarse en alta mar). Además, el mapa ofrece hasta cuatro presupuestos distintos para los viajes a bordo de un barco, prueba de la amplia variedad de ofertas disponibles.

Similares alternativas incluyen las rutas terrestres. El mapa ofrece hasta catorce formas de transporte distintas (burros, caminantes a pie, un ejército a paso ligero, carruaje veloz, relevo de postas, una persona con un caballo, etcétera), nueve posibles velocidades (teniendo en cuenta factores climatológicos y físicos: cruzar un puerto de montaña en pleno invierno de la Edad Antigüa no era tarea fácil) y hasta cuatro presupuestos distintos. Un sinfín de opciones para un mundo en absoluto homogéneo.

Lo que el mapa consigue no es sólo un ejercicio de teletransporte a la Antigüedad, sino una maravillosa herramienta para comprender de forma intuitiva los modos, los usos y las costumbres mercantiles o de gobierno en el Imperio Romano. O cómo con medios aún primitivos (en comparación a los actuales) los gobernantes de Roma pudieron controlar (hasta cierto punto, claro) lo que sucedía a miles de kilómetros de allí. Es una experiencia de aprendizaje, una "batalla contra la distancia" y un vergel para el viajero inquieto.

Roma A Londres De Roma a Londres.
Luguvalium De Alejandría a Luguvalium, una de las rutas más largas y costosas que ofrece el mapa.
Tarraco Pax Iulia De Tarraco a Pax Iulia, dentro de Iberia, empelando la ruta terrestre más barata en primavera. El mapa ofrece un burro, 27 dinares de presupuesto y 34 días de viaje.
Jerusalen Un mapa isócrono tomando como referencia Jerusalén. Ilustra la variedad de tiempos para llegar a un punto u otro. En rojo oscuro, aquellos lugares en los que el viajero debía invertir más de 28 días. Los tiempos variaban por estación y modo de transporte. Londres en julio quedaba a 54 días.
Cartograma Buena No era lo mismo viajar hasta Britannia que hacerlo hasta Alejandría. No sólo por la distancia, sino por la facilidad de las rutas. Este cartograma ajusta por tiempos de viaje antes que por distancias geográficas.
Hasta Zaragoza La herramienta ofrece multitud de variables, incluyendo las estaciones del año y el método de transporte preferido. De Sirmium a Caesaraugusta un civil necesitaba destinar más de 48 días, utilizar dos carruajes terrestres distintos, un barco de larga distancia y otro de corta desde las Islas Baleares hasta la Península Ibérica. Y tendría que pagar entre 18 denarios y más de 1.000 en función de las comodidades que deseara.

Cómo ha evolucionado la edad media de cada continente del planeta, en un mapa

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Cómo ha evolucionado la edad media de cada continente del planeta, en un mapa

Es un mito recurrente en la historia de la humanidad. Un poder envejecido y decadente cae frente a otro más joven e impetuoso. Un imperio decadente y anquilosado en tecnologías y prácticas desfasadas se viene abajo ante el empuje de ejércitos más vivaces y hambrientos. Gran parte de los hechos del pasado se puede entrever como una pugna entre el mundo antiguo, que ya se apaga, y el nuevo, que está por venir. 

A menudo la resolución es inconclusa, y como rememorara Gramsci en su día, el mundo viejo que no termina de morir y el mundo nuevo que no termina de nacer conviven juntos, casi nunca en armonía. Nuestra era no es una excepción. Hay fuerzas antiguas y muy asentadas en la hegemonía mundial. Y hay otras que, por más que hoy resulten insignificantes, atrasadas o un tanto torpes, tienen toda su historia por escribir. Y en ambos casos hay opera un factor determinante. La demografía.

Las más de 7.500 millones de personas que pueblan el planeta Tierra, un hito sin precedentes en la historia humana y que aspira a crecer hasta bien entrado el siglo XXI, cuentan con edades muy dispares. Y también sus regiones. Hay una enorme variabilidad en la edad media de cada país y de cada continente. El ejemplo paradigmático de esto último sería Europa: hoy ya no es el "viejo" continente en contraposición a la nueva América, sino el "viejo" en el sentido más literal imaginable.

Como ilustra este pequeño mapa animado de VisualCapitalist, los europeos somos personas envejecida. Por lo general, señores mayores. Algunos de los países con mayor esperanza y edad media del mundo residimos aquí (España, Italia, Grecia). En agregado, el continente perderá población poco a poco durante las próximas décadas. Y juventud. Si en 1950 su edad media apenas alcanzaba los 29 años, hoy, en 2020, supera los 43. En el plazo de setenta años Europa, ahora sí, se ha hecho vieja.

El gráfico repasa la evolución de la edad media en cada continente desde mediados del siglo pasado hasta nuestros días. Europa sólo puede encontrar un magro consuelo en la evolución de América del Norte. De sus 28 años a finales de los sesenta a sus actuales 39. La evolución aquí obedece tanto a cierta contemporización de la natalidad como al aumento de la esperanza de vida. En Europa, no hay consuelo posible: vivimos cada vez más, pero también tenemos cada vez menos hijos. Ambos factores disparan irremediablemente la edad media. Y no van a cambiar.

El contrapunto absoluto es África. Es un continente aún extraordinariamente joven, fruto, en no poca medida, de su escaso desarrollo económico. Si en 1950 su edad media era de 19 años hoy es de 20. Cada vez hay más africanos (y cada vez habrá más, como la plenitud demográfica de Nigeria ilustra), pero siguen siendo mayoritariamente jóvenes. Las peores condiciones de vida y los mayores índices de mortalidad contribuyen, aún, a rebajar su envejecimiento. Un proceso, una revolución fértil, que ya ha comenzado, no obstante.

El término medio lo ofrecen América del Sur y Asia: comienzan el gráfico siendo casi tan jóvenes como África y evolucionan hacia un estadio intermedio. De los 20 y 22 años a los 31 y 30 años. Casa bien con una interpretación económica de la demografía. Sus países tienden a ser más ricos que los africanos. Grandes capas de población han accedido a las comodidades de la clase media, la industrialización ha disparado el crecimiento, la educación ha llegado a más y más capas demográficas. Pero siguen en vías de desarrollo, con grandes desigualdades a corregir.

¿Cuál es la clave para pasar de un régimen demográfico como el africano, con una elevada natalidad y mortalidad, a uno como el Europeo, con una bajísima natalidad y mortalidad? Típicamente, la incorporación de la mujer al trabajo, encajada en un proceso de transformación económica y cultural mucho mayor. Cuando miles de mujeres tienen la oportunidad de labrar sus propias carreras profesionales y de abandonar los tradicionales ritos de paso (emparejamiento, matrimonio, formación de una familia, cuidado del hogar), la edad del primer hijo se retrasa. Y la fertilidad cae.

El fenómeno es mucho más complejo y lo hemos explorado muy a menudo en esta página, pero en términos genéricos se explica por ahí. Y de ahí que la correlación entre más edad media, más desarrollo económico y menor natalidad sea tan fuerte.

Mapa 1950
Mapa 1964
Mapa 1975
Mapa 1982
Mapa 1989
Mapa 1995
Mapa 2006
Mapa 2020

Covid Controls, el mapa para entender el estado de la epidemia y de las restricciones en todo el mundo

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Covid Controls, el mapa para entender el estado de la epidemia y de las restricciones en todo el mundo

La epidemia que nos ha tocado vivir ha despertado una infinita sed de información en las audiencias de todo el mundo. El tráfico de los medios de comunicación se ha disparado. Ahora más que nunca queremos, necesitamos comprender qué está sucediendo a nuestro alrededor. El periodismo ha ofrecido una excelente respuesta en forma de reportaje escrito, pero también mediante gráficas y visualizaciones que, de forma sencilla e intuitiva, ayudan a entender la crisis del coronavirus.

Esto es cierto tanto para los periodistas profesionales como para los comunicadores aficionados. Como hemos visto en alguna ocasión, al albur del coronavirus han surgido plataformas y herramientas de lo más variopintas, todas ellas centradas en explicar las distintas aristas de la pandemia. Un ejemplo muy ilustrativo y visual es el de Covid Controls, un mapa interactivo que analiza país a país diferentes variables de la enfermedad. El resultado es excelente.

A grandes rasgos, Covid Controls mide diez parámetros, algunos relacionados con la evolución epidemiológica de los países, otros vinculados a sus restricciones políticas y económicas. Son los siguientes: estado del confinamiento, restricciones a la entrada de turistas, relación de recuperados frente a fallecidos, casos por millón, casos activos, muertes, muertes por millón, evolución de contagios durante los últimos siete días, crecimiento de la epidemia en las últimas dos semanas, y fatalidad.

Todos ellos se dividen en tres colores (verde, amarillo, rojo) para ilustrar el grado de alerta sanitaria, el impacto de la epidemia hasta la fecha o lo profundo de las restricciones implantadas por cada uno de los gobiernos. Para el caso que nos ocupa y dada la actualidad de los rebrotes en España y otros puntos del mundo, nos hemos fijado en la evolución de los contagios durante los últimos siete días (en base a diferentes fuentes de información, siempre especificadas cuando se pincha en un país).

El lienzo no es muy optimista para el caso español, pero tampoco para el de América del Sur, muy especialmente Brasil, o la India. Similar lectura podemos extraer cuando proyectamos el crecimiento de la epidemia a las últimas dos semanas: junto a República Checa, Rumanía y Bulgaria, España ofrece las peores cifras del continente europeo. Circunstancia que ya ha llevado a algunos gobiernos vecinos, como el de Reino Unido, a recomendar no viajar a la península (y a las islas) durante el verano.

Evolucion De La Epidemia 7 Dias La evolución de la pandemia en Europa durante los últimos siete días.

En pleno verano, la apertura de las fronteras internacionales es otro aspecto crucial para entender el impacto del coronavirus. En Europa son pocos los países que aceptan a turistas provenientes de todo el mundo. La mayor parte de los estados se rigen por las recomendaciones de la Unión Europea: sí al tráfico interno entre estados miembros (aunque con excepciones si se dan rebrotes muy fuertes, como en España), no a la recepción de turistas, por ejemplo, americanos. En otros punto del mundo el cierre es total, como en la mayor parte de América del Sur o de Asia.

Otro elemento útil para esbozar diferencias entre cada país es el grado de confinamiento. Si a mediados de abril la práctica totalidad del mundo había impuesto algún tipo de cuarentena, ya fuera más o menos estricta, hoy son numerosos los países que siguen inmersos en procesos de desescalada. En Estados Unidos un buen puñado de regiones ha levantado cualquier tipo de restricción (fruto del desinterés de la Administración Trump, y uno de los elementos más polémicos de su gestión de la pandemia).

En Europa el lienzo es mixto. Algunos países, ya en buen camino sanitario, han reabierto por completo la actividad económica y social, recomendando distancia social y buenas prácticas higiénicas (pero no siempre mascarilla, como el caso de los países nórdicos, donde no es obligatoria y su uso es residual, atestigua). Alemania, Suiza, Polonia, Austria y otros países del centro de Europa han seguido su camino. En España, Francia o Bélgica se mantienen algunas restricciones, aunque sean de forma parcial o territorial (como sucede con las comarcas aragonesas o catalanas).

En términos genéricos, Covid Controls ofrece una mirada simple e inmediata al estado de la epidemia aquí y ahora. En especial para quienes desean comparar la evolución entre países.

Evolucion Epidemia 15 Dias La evolución de la pandemia en Europa en las últimas dos semanas.
Crecimiento Epidemia Estados Unidos La evolución de la pandemia en EEUU en las últimas dos semanas.
Evolucion Epidemia 15 Dias Asia La evolución de la pandemia en Asia en las últimas dos semanas.
Evolucion 7 Dias Pandemia Americ La evolución de la pandemia en América del Sur en los últimos siete días.
Confinamiento Confinamiento o no en Europa.
Confinamiento Estados Unidos Confinamiento o no en Estados Unidos.
Apertura Del Turismo O No Turismo internacional, qué países abren y cuáles no.

La exploración y conquista española de América del Norte, explicada en este detalladísimo mapa

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La exploración y conquista española de América del Norte, explicada en este detalladísimo mapa

Cuando Cristóbal Colón puso pie en La Española en 1492 sentó las bases, quizá sin saberlo, del Imperio Colonial más grande que la humanidad habría conocido hasta entonces. Durante los siglos subsiguientes, la Monarquía Hispánica exploraría y conquistaría los vastos territorios de América del Sur, estableciendo numerosos gobiernos autónomos, explotando sus innumerables recursos y subyugando a las poblaciones indígenas que allí habitaban. Siglos más tarde, aquellos territorios, comandados por líderes criollos, obtendrían la independencia en sucesivas guerras.

Es una historia bien conocida, y una aún palpable a día de hoy: todos los países sudamericanos excepto Brasil, Guyana y Surinam cuentan el español como su lengua principal, y la herencia hispánica es indisociable de cualquier gran ciudad por debajo del estrecho de Panamá.

¿Pero qué hay de América del Norte? La huella española en los territorios más septentrionales del continente es a un tiempo muy visible y apenas perceptible. La colonización fue especialmente intensa en México uno de los virreinatos más importantes para la Corona por su potencial económico y demográfico. Su halo e influjo se extendió hasta lo que hoy conocemos como el southwest estadounidense, los estados lindantes con los actuales Estados Unidos Mexicanos. ¿Pero significa que la herencia hispana terminó allí?

No. Este mapa elaborado por Nagihuin, editor de Wikipedia, es el mejor ejemplo de ello. Una detalladísima cartografía que cubre cinco siglos de exploración y conquista colonial y que ilustra las infinitas rutas comerciales, expediciones militares y trazados marítimos que el Imperio Español emprendió a lo largo y ancho de América del Norte. Desde el vivero político y civilizatorio de Ciudad de México hasta los rincones remotos de Alaska y el Yukón. Un compendio de actividad colonial que ayuda a comprender por qué América del Norte es como es a día de hoy.

Se puede contemplar a tamaño completo aquí.

España en Norteamérica

Publicado el pasado 2 de agosto, el mapa divide América del Norte en dos colores: por un lado, la América reclamada y controlada por la Monarquía Hispánica bajo la Casa de Austria (en verde), y por otro la América gestionada y gobernada desde los virreinatos borbónicos (en azul). Es una distinción importante. El alcance y el enfoque de los españoles bajo los Habsburgo fue muy distinto, por medios y ambición, al efectuado bajo los Borbones. Hay rincones de América sólo hollados por expediciones pre-borbónicas, y otros sólo reivindicados a partir del cambio de dinastía.

Un ejemplo significativo son los territorios por encima de la Línea Adams-Onís, asentada en 1819 entre el Imperio Español y Estados Unidos. Allende aquella frontera se extendía el Oregón y la costa pacífica de América del Norte. Fueron estos territorios reivindicados, reclamados y explorados en gran medida por marinos y aventureros hispanoamericanos. Gonzalo López de Haro tomaría posesión de puntos tan remotos de la geografía mundial como el Canal de Camacho, Unalga Pass, en las Islas Aleutianas. Entre 1770 y 1791, España reclamaría para sí el Territorio de Nutka, en esencia todo el oeste de lo que hoy es Canadá.

Pero hay una gran diferencia entre clavar una bandera en una porción de suelo y controlar de facto ese territorio. Nutka y la costa pacífica americana serían objeto de constantes disputas entre España, Reino Unido, Rusia y los Estados Unidos de América. No se puede decir lo mismo de las regiones más meridionales al norte del Río Grande. Entre California, Nevada, Arizona y Nuevo México extendió su control efectivo el Imperio Español durante siglos, a través de nodos comerciales y centros de poder como Santa Fe, Albuquerque o San Antonio.

Marcados en azul oscuro en el mapa, esto es, colonizados y desarrollados, son territorios donde la herencia hispánica sigue siendo hoy muy nítida. Desde sus nombres (San Francisco, Las Vegas, Los Ángeles, Colorado, San Diego) hasta sus hitos. Aventureros como García López de Cárdenas llegarían al Gran Cañón tan pronto como en el siglo XVI, y las misiones de distinto carácter se extenderían hasta el norte de la actual California. Bajo los Borbones, numerosas expediciones reconocerían terrenos tan poco accesibles como Utah o el nacimiento del Misouri.

Alaska En Alaska.
Alta California La Alta California española.
Alta Luisiana La Alta Luisiana y las exploraciones de las Grandes Llanuras.

El desarrollo de la América hoy anglosajona sería especialmente intenso en el sur. De Ciudad de México, centro burocrático desde el que se gestionaban los territorios más norteños de la corona, partirían dos vías de comunicación principales en el Nuevo Mundo: el camino hacia Santa Fe, pasando por Albuquerque, en una región conocida entonces y hoy como Nuevo México; y el dirigido hacia San Antonio, en Texas, nominal y efectivamente bajo control español hasta bien entrado el siglo XIX.

A lo largo del Golfo de México se extenderían otros dominios, incluyendo la Luisiana, parte de Alabama y Mississippi, y la Florida. El Imperio Español llegaría a controlar la mayor parte del territorio de América del Norte merced a los tratados de Fontainebleau y París, a través de los cuales Francia cedería la Luisiana a España. Aquella Luisiana se extendía más allá de Nueva Orleans y ocupaba la totalidad de las Grandes Llanuras. Un vasto terreno inexplorado y muy poco desarrollado al que la Monarquía Hispánica accedería a partir de 1762.

El mapa es un potosí de referencias. Desde explotaciones mineras hasta figuras consagradas al imaginario popular (como los Dragones de cuera o los Mesteñeros), pasando por las expediciones realizadas por aventureros en el siglo XVI (y que llevaron al imperio hasta territorios tan distantes como Kansas o Carolina del Norte, gracias a hombres como Vázquez de Coronado y Juan Pardo). Caminos, puertos, fuertes, ciudades, poblados, regiones administrativas y, por supuesto, los pueblos nativos con los que se toparon a su paso. Un grado de detalle vertiginoso.

Se trata de un trabajo ambicioso, que incluso referencia las empresas estadounidenses o mexicanas donde los españoles o sus descendientes tuvieron un rol primordial (como los trabajadores españoles en las plantaciones de azúcar de Hawai, a partir de 1907, las múltiples colonias urbanas hispano-americanas en Estados Unidos, las expediciones balleneras de los marineros vascos en el norte de Canadá o las misiones peleteras de Manuel de Lisa y Benito Vázquez en la boca del Misouri). Una historia completa de España en América del Norte, en un sólo mapa.

Ciudad De Mexico Ciudad de México.
Cuba Y Florida Cuba y la Florida.
Nueva Vizcaya Nueva Vizcaya, Nueva Navarra y la Baja California.

La cartografía además es útil para entender la naturaleza de la presencia española en América del Norte. Fue en ocasiones irregular y tibia, limitada a meras exploraciones del terreno; pero también fue extremadamente intensa en los territorios mexicanos y nuevomexicanos, al sur de Estados Unidos, en Texas y en la costa Pacífica. España contaría con pretensiones y reivindicaciones territoriales en puntos tan lejanos como Alaska hasta el siglo XIX, cuando el acuerdo entre la corona y Washington (el ya mencionado tratado Adams-Onís) fijó la frontera por debajo de Oregón.

El carácter determinante y hoy invisible de la influencia hispana en Estados Unidos y Canadá, por ejemplo, se puede percibir en la frontera entre ambos países hoy en día: si EEUU controla Oregón es porque pudo reivindicar aquellas tierras frente a Reino Unido, al considerarse heredera de las legítimas aspiraciones españolas cedidas por la monarquía a cambio del control efectivo y reconocido de Texas. Un minúsculo ejemplo de los muchos que se pueden extraer de tan fantástico trabajo.

Texas Y Baja Luisiana Texas y la Luisiana.
Vascos Marineros vascos en Labrador.

¿Cómo sería Marte si los océanos cubrieran su superficie? Este mapa lo explora

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¿Cómo sería Marte si los océanos cubrieran su superficie? Este mapa lo explora

Se trata de un viejo anhelo cultivado por la humanidad. Explorar y colonizar otros planetas. Hallar un punto en el universo donde las condiciones de vida sean replicables a las de la Tierra. El destino más próximo a tan manida utopía es Marte, planeta sobre el que tanto la NASA como SpaceX, fruto de la obsesión particular de Elon Musk, han depositado la mayor parte de sus esperanzas. Este mismo verano, la agencia estadounidense tiene previsto llevar allí a su rover Perseverance en busca de vidas pasadas.

¿Pero cómo podríamos adaptar Marte a nuestras necesidades? Una de la hipótesis más audaces e imaginativas consiste en bombardear con cabezas nucleares sus polos, helados, hasta liberar la suficiente cantidad de vapor de agua y dióxido de carbono que pudieran calentar y hacer habitable el planeta. Tan estruendosa idea ha brotado de la mente hiperactiva de Musk, quien la popularizó a escala global cuando la expuso en el programa de Stephen Colbert. Desde entonces la promueve de tanto en cuanto.

Al margen de su viabilidad, la teoría ha ganado cierto seguimiento en la red. La hipótesis es excitante, no en vano. ¿Qué sucedería si el ser humano, en su infinita pericia técnica, lograra crear un gigantesco océano que simulara en Marte las condiciones de vida en la Tierra? La pregunta es objeto del interés de este mapa, elaborado por un estudiante de ingeniería nepalí llamado Aaditya Raj Bhattarai. Compartido la semana pasada en Reddit, ganó cierta popularidad y espoleó una interesante conversación.

Marte así quedaría separada en dos continentes distintos, apta para la colonización humana. Bhattarai ha tomado como referencia el modelo geoide de la Tierra para replicar sobre Marte la apariencia de los océanos. La simulación permite entrever la altura media del agua a lo largo del planeta, lo que a su vez moldea los hipotéticos continentes. En este caso, el agua se mantendría unos 1.211 metros por debajo del nivel geoide, y unos 20.000 por debajo del Monte Olimpo, el volcán más grandilocuente del Sistema Solar (más del doble de alto que el Everest).

Uno de los usuarios de Reddit interesados en el mapa lo llevó a Map To Globe, herramienta que permite trasladar mapas hipotéticos sobre un cuerpo esférico. El resultado es este. La idea a buen seguro agradaría a Musk, que cuenta con sus propios mapas simulados de Marte al modo de la Tierra. Por el momento, no pasa de alocada teoría. Veremos qué nos depara el futuro cercano.

Marte1 La versión original subida a Reddit. (Aaditya Raj Bhattarai)
Marte2 Una versión con algunas correcciones e invertida. (Aaditya Raj Bhattarai)
Globo1 Forma esférica.
Globo2 Forma esférica (II).

El año y el método empleado en las últimas ejecuciones de cada país de Europa, en un mapa

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El año y el método empleado en las últimas ejecuciones de cada país de Europa, en un mapa

La pena capital es hoy una rara avis en los sistemas penales de media humanidad. Pese a que sigue vigente en 86 países, la mayor parte de ellos localizados entre África y Extremo Oriente, sólo 56 la utilizan de forma frecuente para castigar a sus criminales. Al menos una treintena de países la incluyen en sus códigos penales sólo de forma teórica, sin haber ejecutado  un solo reo desde hace más de una década. Descontando a siete estados donde aplica sólo a crímenes excepcionales, el resto del planeta la ha abolido.

Y para bien. En las naciones occidentales, ejecutar a un preso se ha convertido en una cuestión tabú. No hay crimen demasiado escandaloso como para privar del derecho a la vida a una persona. Pese al insistente runrún que acompaña a cualquier violación o asesinato de carácter mediático, lo cierto es que los códigos penales del mundo desarrollado se han ido suavizando con el paso de los años, buscando una reinserción hipotética por encima del castigo físico.

Ahora bien, la distancia mental desde la que miramos a la pena de muerte, propia de tiempos más bárbaros e inciviles, casa mal con lo reciente de su abolición en muchos estados. Para ilustrarlo, Jakub Marian (@JakubMarian), un estupendo geógrafo cuyos trabajos hemos compartido en alguna ocasión, ha creado dos mapas que reflejan la fecha y el método empleado en la última ejecución realizada por cada país del continente europeo. El primero incluye toda clase de crímenes y criminales, excluyendo a los militares, el segundo los disecciona por tipo de castigo.

Algunas fechas son realmente impactantes. Francia utilizó la guillotina por última vez en 1977, casi tres décadas después de la Segunda Guerra Mundial y dos siglos desde que la Revolución Francesa popularizara la icónica ejecución. Reino Unido colgó a su último reo en 1964, en pleno estado de derecho y democracia universal. Alemania, Italia y Austria, por sus peculiares circunstancias al término de la contienda, registran fechas también recientes: 1949 (guillotina), 1945 (fusilamiento) y 1950 (ahorcamiento).

Europe Last Execution Year (Jakub Marian)

España es otro de los países occidentales que de forma más reciente ejecutó a un preso. El año es 1972, pero es una fecha tramposa, dado que los últimos fusilamientos del franquismo se procesaron a través de la justicia militar (mediante Consejos de Guerra para civiles no adscritos al ejército) y no por el procedimiento ordinario. Las ejecuciones finales de la dictadura datan de septiembre de 1975, ya con Arias Navarro en el gobierno, y acabaron con la vida de varios miembros de ETA-militar y del FRAP.

En total, cinco personas, en los estertores finales del franquismo, entre amplias movilizaciones populares y el rechazo de la comunidad internacional. Un año antes se había ejecutado a Salvador Puig Antich mediante garrote vil, otro vestigio de la España decimonónica que sólo desapareció del sistema penal gracias a la Constitución de 1978, cuando la pena de muerte fue abolida con la excepción de circunstancias excepcionales en tiempo de guerra (cláusula también retirada del texto legal con el paso de los años).

Resulta significativo que Portugal, país vecino y también sumergido en una dictadura reaccionaria durante varias décadas, hubiera ejecutado a su último preso más de un siglo antes, en 1846 (ahorcado), una fecha mucho más remota que las de países más estables y con una democracia más continuada como Países Bajos (1860, ahorcado), Noruega (1876, decapitado) o Suecia (1910, guillotinado). Es el país del continente cuya pena final se remonta más atrás en el tiempo (descontando Islandia, 1830, no continental), y también su abolición legal (en 1911 para todo tipo de crímenes).

Europe Last Execution Method Por tipo de ejecución. (Jakub Marian)

El Este, como casi siempre, es una historia muy distinta. Los últimos ejecutados en Polonia, República Checa, Eslovaquia, Hungría o Eslovenia, frontera del Telón de Acero, se registran entre 1987 y 1989. En las Repúblicas Bálticas se ejecuta a presos tan tarde como 1995 (en Lituania), mientras en Ucrania y Rusia los últimos fusilamientos datan de 1997 y 1996 respectivamente. Rumanía es un caso singular: su último fusilado es de 1987, pero sólo excluyendo al último hombre ejecutado públicamente, el dictador Nicolae Ceaușescu en 1989, en plena revuelta popular.

En los Balcanes las fechas también son recientes. 1987 para Croacia, 1992 para Serbia, 1995 para Albania, 1989 para Bulgaria. En Bosnia, legalmente, no se ha ejecutado a ningún reo desde 1977. Pero eso sólo hace referencia a la pena de muerte dentro del sistema legal, no a las ejecuciones sumarísimas o exterminios en tiempo de guerra.

La variedad de formas de ejecución también es interesante. La mayor parte de penas finales se realizaron mediante fusilamientos, muy en especial en Europa del Este. En Centroeuropa, sin embargo, el último método predilecto fue el ahorcamiento, así como en las islas británicas. Mientras que en parte de Europa Occidental, quién sabe si por influjo de las ideas revolucionarias, la decapitación predomina (guillotina mediante en la mayor parte de las ocasiones, con la excepción de Dinamarca y Noruega). En todos los casos, y obviando Bielorrusia, la última dictadura sin tapujos de Europa, la pena de muerte es historia.

Imagen: Jakub Marian


Las mejores series de cada país del mundo según su puntuación en IMDB, en un mapa

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Las mejores series de cada país del mundo según su puntuación en IMDB, en un mapa

Con más de 80 millones de usuarios registrados y 6 millones de títulos indexados, IMDB se ha convertido en la enciclopedia audiovisual. La posibilidad de darse de alta, crear listas y puntuar películas o series, le ha permitido posicionarse como una suerte de ránking democrático de los productos más y menos valiosos en materia cinematográfica. Un ránking con defectos, muy disputado y menos considerado que, pongamos, el de RottenTomatoes. Pero es un buen proxy para saber qué opina la comunidad digital sobre tal o cual película, como vimos en su día.

Partiendo de esa base, Rare Review, una publicación estadounidense dedicada a la información generalista, ha elaborado un mapa global de las mejores series producidas por cada país. Se trata de un trabajo interesante por dos motivos: por un lado, difunde numerosas grandes series con poca penetración internacional frente al dominio anglosajón; por otro, es útil para saber qué productos televisivos han logrado superar la barrera de su nacionalidad o de su idioma para formar parte de la conversación global.

El ejemplo español es paradigmático: La Casa de Papel se ha convertido de la noche a la mañana en un hito celebrado en cada rincón del planeta, capaz de despojar de todo sentido original a canciones partisanas y de sorprender al propio público español, que la acogió con timidez en su estreno televisivo. Otras como la francesa Les Revenants o la italiana Gomorra se han convertido en pequeños objetos de culto, mientras que Sherlock, británica, tiene una de las mejores notas mundiales en IMDB y ha obtenida la rara distinción crítica de serie de culto y al mismo tiempo popular.

Hay muchísimos ejemplos, la mayoría desconocidos al gran público. ¿La mejor serie de Tanzania? Siri Ya Mtungi, una exploración de las relaciones sexuales en una comunidad local del país. ¿La de Chile? 31 Minutos, un noticiero presentado por teleñecos. ¿La de Georgia? Tiflisi, un drama histórico sobre la historia del país durante los últimos años del siglo XIX. El listado es infinito, y contiene sorpresas de todo tipo (series afganas, series sirias, series policiacas de Sri Lanka). En fin, mapas fantásticos para explorar qué se cuece en cada país del mundo.

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Las escuelas y universidades más antiguas de cada país del mundo, en un exhaustivo mapa

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Las escuelas y universidades más antiguas de cada país del mundo, en un exhaustivo mapa

Mucho antes del surgimiento del estado moderno, tan interesado en la instrucción y escolarización de la mayoría de su población, los centros educativos se contaban entre los pilares fundamentales de todas las civilizaciones humanas. Cuestión distinta es quién pudiera acceder a ellos o qué se enseñara, definiciones tradicionalmente estrechas. Pero existir, escuelas y universidades, existían. Y muchas de ellas han prolongado su funcionamiento hasta nuestros días, presumiendo de tradición.

El caso más evidente lo ofrecen las universidades europeas, tan orgullosas de su pasado. España cuenta con un precedente remoto en el Studium Generale de Palencia, centro fundado en 1212 y volcado en la enseñanza de la teología y las artes. Más tarde llegaría la Universidad de Salamanca, a la que erróneamente se le atribuye el título de "vetusta" dentro del sistema universitario español. Y antes de todas ellas, en Europa, habrían surgido ya instituciones tan reverenciadas como Bolonia (1088, la primera), Oxford (1096) o Cambridge (1209).

Por aquel entonces Europa atravesaba los mal llamados "años oscuros", una Edad Media que siempre nos hemos contado en términos más oscuros y místicos de lo que deberíamos. Las instituciones universitarias y la idea de la educación como avance del conocimiento preceden, pues, al Renacimiento y a los tiempos modernos. Y no sólo en las altas esferas: la Katedralskolan de Lund, Suecia, dedicada a la educación primaria, se funda en 1085; el instituto de Glasgow, Escocia, en 1124; y el Gymnasium Paulinum de Münster, en Alemania y dedicado a la educación secundaria, en el 797.

Todos ellos quedan recogidos en este estupendo mapa elaborado por OnlineSchoolReport. La cartografía repasa cuáles son a día de hoy los centros educativos más antiguos en cada país del mundo, ya fueran primarios, secundarios o universitarios. Su repaso es verdaderamente fascinante, no sólo por la variedad de instituciones, sino también por las remotas fechas a las que muchas se remontan. Y no sólo en Europa, el continente viejo por antonomasia. La escuela secundaria Shishi, en China, traza sus raíces al año 141 (!), aunque su formulación moderna no llegaría hasta el siglo XVII (y su actual, hasta el siglo XX).

Allá donde hubiera civilizaciones antiguas y países y culturas con cierta continuidad histórica podemos toparnos con escuelas o universidades con una larguísima trayectoria. En Irak, Universidad al-Mustansiriya se funda ya en 1227 (y sigue en funcionamiento a día de hoy); en Mali, la Universidad de Sankoré fija su precedente en una mezquita fundada en el año 989; y en Túnez, la madrasa de Ez-Zitouna inició su actividad en el año 737 y sigue operativa a día de hoy, ya como universidad.

En suma, el mapa ofrece una ventana abierta tanto a la historia de todos los países como al conocimiento histórico que el ser humano lleva impartiendo y compartiendo desde prácticamente los albores de la civilización. Un recorrido, como ilustra los casos africanos, que se aleja de los estereotipos y de los clichés, y que depara sorpresas de lo más interesantes.

Puedes ver el mapa a máxima resolución en este enlace.

¿Cuál es la mejor película de cada país del mundo según IMDB? Este mapa trata de averiguarlo

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¿Cuál es la mejor película de cada país del mundo según IMDB? Este mapa trata de averiguarlo

De forma habitual, la autoría nacional de cada producto fílmico es diversa. Influyen numerosos factores: desde quién ha puesto dinero para la producción (que en ocasiones puede involucrar a organismos, instituciones o empresas de varios países), hasta el origen del director, pasando por la distribución o, en algunas ocasiones, si deseamos ponernos poéticos, los lugares de rodaje. Así, adscribir una nacionalidad concreta a una película puede convertirse en una tarea compleja.

En Vouchercloud, sin embargo, han querido experimentar con IMDB y tratar de descubrir cuál es el film mejor valorado de cada país. Los motivos que pueden llevar a un producto a relacionarse con un país determinado son, a menudo, tibios. Por ejemplo, Room aparece como la mejor película irlandesa tan sólo porque parte de la producción se realizó desde Irlanda. Tres cuartas partes de lo mismo sucede con Fight Club, teórica mejor película de Alemania según IMDB (por la producción).

Son resultados sorprendentes. Otros, obvio, no tanto: Ciudad de Dios es la mejor cinta de Brasil, fácilmente identificable con el país carioca. Shawshank Redemption, la mejor película de todos los tiempos según los votos agregados de los usuarios de IMDB, es en consecuencia la mejor estdounidense. Dinamarca con Jagten, Francia con la sorprendente Léon, o México con Macario ilustran el ejemplo contrario: países cuyas mejores películas son nítidamente nacionales.

Partiendo de esta base, en ocasiones un tanto resbaladiza, Vouchercloud ha hecho un estupendo mapa internacional en el que podemos observar de un vistazo cuál es el teórico símbolo cinematográfico nacional de todos los países incluidos en IMDB. En estilo, el diseño es muy similar a otros igualmente brillantes mapas realizados por la compañía con anterioridad, como este relativo a las principales exportaciones de cada nación o este otro sobre sus mejores atracciones turísticas.

Dado el popurrí de criterios empleados, el mapa sirve mejor como aproximación a las mejores películas que tienen relación con un país determinado. En ocasiones, el nexo es tan simple como los escenarios empleados para el rodaje o los actores participantes. Dos ejemplos muy evidentes: El Bueno, el Feo y el Malo de Leone, rodado en su mayor parte en las estepas interiores de la España castellana; y Dancer in the Dark, el clásico de Lars Von Trier en el que Björk tiene un rol fundamental (y motivo por el que aparece como mejor película puntuada de Islandia).

Mejor Pelicula

Así las cosas, el mapa es una geografía mundial del cine excelente, una forma de rastrear los diferentes nexos que unen a algunas de las películas más icónicas de todos los tiempos con el amplísimo abanico de naciones del planeta. A nivel más diminuto, también es útil como herramienta para descubrir joyas nacionales quizá olvidadas por lo recóndito de su país: Oldeuboi para Corea del Sur; Mandariinid para Estonia; Aniki-Bóbó para Portugal; o Half of a Yellow Sun para Nigeria.

De forma significativa, hay un puñado de películas compartida por varios países, fruto de las múltiples producciones o de los diversos escenarios. El clásico de Sergio Leone, también mejor película para Italia; Más que hermanos, película panameña con participación argentina; o Ahlat Ağacı, compartida por Suecia y Bosnia (aunque la película trate sobre Turquía y se filmara en turco). En fin, un repositorio interesante para añadir a la lista de tareas pendientes.

Asia
Centroamerica
Europa Buena
Africa

Los libros más populares ambientados en cada país del mundo, en un singular mapa

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Los libros más populares ambientados en cada país del mundo, en un singular mapa

No es sencillo determinar qué objetos culturales gozan de mayor apreciación entre el público de un país. ¿Debemos limitarnos a las ventas, incluir la recepción crítica, hablar de su impacto popular a lo largo del tiempo? Internet ofrece algunos atajos antes inexistentes. Plataformas como Letterboxd, Rate Your Music, Goodreads o IMDB permiten a miles y miles de usuarios puntuar sus obras favoritas (y aquellas que no lo son tanto), generando una suerte de ránking de preferencias democrático.

Las cursivas son deliberadas. Pese a su creciente omnipresencia, el uso de Internet es aún muy desigual y sigue determinado por factores de edad y renta. Las películas más populares de IMDB sólo lo son para una pequeña comunidad de usuarios que responde a una serie de intereses, características demográficas y familiaridad con las herramientas digitales. En cualquier caso, tales listados sí sirven como proxy para entender la ascendencia de determinadas películas, libros o discos.

Es lo que ha hecho NetCredit, una empresa financiera estadounidense, en estos estupendos gráficos que repasan los libros más populares ambientados en cada país del mundo. Es decir, aquellos que han pasado a la memoria popular consagrados a un lugar geográfico concreto. Para determinarlo se han valido de Goodreads, una aplicación donde miles de personas catalogan los libros que han leído. Y los puntúan. En función de esa puntuación y del número de votos, NetCredit ha generado estos mapas.

En España, pocos libros reúnen tanto fervor popular (número de puntuaciones) como aclamación crítica (nota media) como La sombra del viento, de Carlos Ruiz Zafón. Similares palabras se pueden verter sobre el gran éxito estadounidense según Goodreads, The Help, que mereció una película homónima de gran éxito. Ambos han obtenido un éxito nacional e internacional, y se han convertido en la narración más aclamada en todo el mundo dentro de España y Estados Unidos respectivamente.

libros Una librería con todos los libros.

Si viajamos a Reino Unido, la preferencia es más clásica (Orgullo y Prejuicio de Jane Austen, un clásico atemporal). Lo mismo se puede decir de Rusia, donde Crimen y Castigo, de Fiódor Dostoyevski, sigue siendo la pieza más apreciada. En muchos sentidos, ambos libros son un retrato de país, y ambos autores encapsularon a la percepción el alma de sus gentes. No siempre es así: en Francia, por ejemplo, el libro a la cabeza del ránking nacional, The Nightingale, lo escribió una autora estadounidense. Cuenta las vivencias de dos hermanas durante la ocupación nazi.

En el mapa se entrecruzan libros que podrían representar el paradigma emocional y literario de cada país y otros que simplemente son de extraordinaria popularidad más allá del origen del autor. También los hay simplemente muy leídos y apreciados al margen de autor e incluso vinculación geográfica. En Grecia, el libro que más brilla según Goodreads es 20.000 leguas de viaje submarino, aunque la acción transcurra en otros puntos del planeta (es decir: en las profundidades del océano).

Como siempre que hablamos de este tipo de mapas, su verdadero interés radica en descubrir obras que se salen de nuestro marco habitual de referencias. Es lo que sucede con Los jardines del presidente, de Muhsin al-Ramli (Irak); con el aclamadísimo Me llamo Rojo, del Nobel Orhan Pamuk (Turquía); con Americanah, de Chimamanda Ngozi Adichie (Nigeria); o The Reluctant Fundamentalist, de Mohsin Hamid (Pakistán). Hay elecciones evidentes (El Extranjero de Camus en Argelia) y ausencias clamorosas (no es Cien Años de Soledad el más popular ambientado en Colombia).

También una presencia transversal de autores anglosajones en países africanos o asiáticos, una mezcla del exotismo colonial que sigue preñando nuestras visiones (occidentales) de aquellos países y del eminente carácter estadounidense y británico de la cultura universal en el siglo XXI. En cualquier caso y pese a sus deficiencias, los mapas ofrecen un auténtico viaje literario a través del mundo, y suponen una fuente de descubrimiento.

Europa Europa.
América 1 América del Norte.
América 2 América del Sur.
OM Oriente Medio.
Asia/Oceania Asia y Oceanía.
af África.

El mapa de la pobreza extrema: así se reparte en los distintos países del mundo

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El mapa de la pobreza extrema: así se reparte en los distintos países del mundo

Pese a los avances materiales cosechados por la humanidad en los últimos setenta años, un buen pedazo de la población mundial sigue sufriendo condiciones paupérrimas. Alrededor del 9% de las personas de la Tierra viven bajo el umbral de la pobreza extrema. Su capacidad adquisitiva está por debajo de los 1,9$ al día. Se trata de uno de los problemas más acuciantes del planeta, y uno que Naciones Unidas aspira a erradicar en las próximas décadas. Un objetivo optimista.

En parte porque el recorrido de la economía no es lineal, pese a que el último medio siglo así lo sugiera. Un ejemplo lo encontramos en la crisis de los últimos meses. Según diversas estimaciones, el coronavirus podría empujar a la pobreza a entre 60 millones y 100 millones de personas en todo el mundo. Nada que deba extrañarnos si pensamos en las dramáticas consecuencias económicas que pandemia y confinamiento han tenido en todos los países. El virus puede poner fin a tres décadas ininterrumpidas de reducción de la pobreza.

Porque como explican en Our World in Data, la pobreza extrema era hasta hace un puñado de lustros la condición por defecto de la mayoría de la humanidad. A mediados del siglo XIX más de un 80% de la población global sufría condiciones de absoluta carencia, y el desarrollo y el bienestar sólo alcanzaba, como había sucedido durante la mayor parte de la historia, a una reducida élite. Esto comenzó a cambiar a principios del siglo XX, cuando la industrialización extendió ciertas mejoras a nuevas capas de población.

Tras la Segunda Guerra Mundial, el número absoluto de personas no-pobres superó por primera vez al de personas pobres. La recta final de la centuria observó el incipiente desarrollo de los dos gigantes demográficos del mundo, China y la India, y su erradicación casi total de la pobreza extrema (que no de la pobreza: dónde elijamos colocar el umbral de los recursos insuficientes es otra cuestión). Aquel boom económico permitió reducir el volumen total de extremadamente pobres a marchas forzadas. En 1980, el Banco Mundial, el organismo que mide el fenómeno, calculaba que el 44% del mundo vivía en la más absoluta de las miserias.

En 2015, la cifra no superaba el 10%.

Es un progreso admirable, pero uno insuficiente. Y uno muy mal repartido. Gran parte de África sigue atascada en un desarrollo muy limitado. Pese a que la pobreza extrema ha dejado de ser la norma en los países del sudeste asiático, en China y en la India, además de en el resto de continentes, en África la historia es distinta. Hay más personas viviendo en mejores condiciones que hace algunas décadas, pero su número de habitantes incapaces de superar el umbral de los 1,9$ sigue siendo altísimo. Y si bien la pobreza sigue bajando, el descenso se ha frenado, algo que afecta directamente a millones de africanos.

Es lo que explora este estupendo gráfico de HowMuch, la publicación dedicada a visualizar la escala de los fenómenos económicos y financieros del planeta. En su mapa, ilustran qué países retienen a un mayor porcentaje de personas por debajo del umbral de la pobreza extrema (en relación a su propia población) y el número absoluto de extremadamente pobres. Algunos resultados sorprenden. En materia porcentual, ningún país tiene a más personas en la miseria más absoluta como Corea del Norte: lidera la escueta categoría de los países donde más del 70% de la población no supera el umbral mínimo.

Charting Extreme Poverty Around World (How Much)

Le siguen de cerca otros sospechosos habituales, tales como Somalia, el estado-fallido por excelencia, Burundi y la República Centroafricana, dos de los países más disfuncionales del planeta. Ninguno de ellos tiene el récord absoluto. Este sigue perteneciendo a la India, con unos 73 millones de personas bajo la pobreza extrema. Sin embargo, merece la pena remarcar que esta cifra solía ser mayor, y que a día de hoy el porcentaje de indios por debajo de los 1,9$ se encuentra entre el 5% y el 10%. Muy lejos de los países donde el fenómeno es más amplio y alarmante.

El caso más dramático es el de la República Democrática del Congo. Es una de las naciones africanas más pobladas, y lleva más de treinta años sumida en una calamitosa guerra civil (con brotes esporádicos de ébola y otras epidemias). Según el Banco Mundial entre el 68% de su población vive en la pobreza más extrema, lo que combinado a su importancia demográfica resulta en 58 millones de personas. Yemen (18,4 millones), Madagascar (18,3 millones), Mozambique (15,3 millones) y Malawi (12,2 millones) le siguen en esta categoría. Son los únicos países donde aún hay más personas por debajo que por encima de la pobreza extrema.

Nigeria, con 62 millones de personas por debajo del umbral, es otro de los casos más graves: entre el 30% y el 40% de su población sigue siendo extremadamente pobre. A su mismo nivel están Tanzania (18 millones), Uganda (15 millones) o Afganistán (14,2 millones), uno de los pocos casos asiáticos en porcentajes tan elevados. Entre el 10% y el 20% aparecen otros casos llamativos, como Etiopía o Sudáfrica (tradicionalmente dos países por encima de la media africana en desarrollo), Venezuela (4,6 millones, primer latinoamericano), Camboya (2,3 millones), Honduras (1,4 millones) o pequeñas naciones pacíficas como Vanuatu o Kiribati.

India Y Otros
Pobreza Menos

Entre el 5% y el 10% se acaba el predominio de África. A la ya mencionada India se le suman Indonesia (14,8 millones), Bangladesh (12,4 millones), Uzbekistán (2,6 millones) o Bolivia (640.000 personas). Y entre el 1% y el 5%, pesos pesados de la economía mundial del futuro: Brasil (9,6 millones), Filipinas (5,2 millones), México (3,1 millones), Colombia (2 millones), Vietnam (1,4 millones) o Egipto (1,1 millones). Se cuelan por aquí los primeros casos europeos. El más sangrante es el de Italia (787.000 personas), junto a Rumanía (683.000 personas), Georgia (122.000 personas) o Grecia (116.000 personas).

Mención última merecen China, Estados Unidos y España. Su porcentaje de población bajo el umbral de la pobreza extrema se ubica entre el 0,5% y el 1%, con bolsas de entre 9,5 millones, 3,2 millones y 351.000 personas. Contrasta con las cifras más positivas de los principales países desarrollados. Entre el 0% y el 0,1%, números marginales para Alemania (28.000 personas), Países Bajos (12.000 personas) o Francia (menos de 1.000 personas). Recalcar que en ningún caso significa que apenas haya pobres en todos estos países. Sino "extremadamente pobres" como medida fijada por el Banco Mundial, y bajo un umbral muy concreto.

Hay muchas otras formas de medir la pobreza. Y en todas ellas, las cifras y la escala del problema puede variar. El gráfico tan sólo se fija en los más vulnerables de la humanidad. Y siguen siendo demasiados.

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